"Me hundo. Y me ahogo, y no veo llegar al fondo oscuro donde yacer para siempre. Sin dar cuenta de ello, de repente, hay un solo camino, el camino hacia un sin fin desconocido, temido,escabroso, y la luz se apagó. Alguien se encargó de llevarse la antorcha con la que alumbraba y mantenía tibios mis deseos, mis sueños, mis esperanzas.
Me recuerda a los viajes en Metro, al salir de una estación, si prestas atención tras las viejas cristaleras del convoy, los vagones se encaminan a una oscuridad solitaria. La diferencia es que el Metro tiene una segunda parada.
Sin embargo, ¿ a dónde va mi alma? . . ."
T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario