Hay muchas clases y maneras.
El amigo que se preocupa, que en la corta conversación deja un hueco para preguntar por el estado del alma.
Está la amistad efimera, la que hoy es y mañana no.
La amistad convertida en relación familiar,en un/a hermano/a.
El falso amigo, el que ni siente ni padece.
El amigo falso, el que no siente lo que dice.
Las amistades peligrosas, que nunca convienen.
La amistad que es base del amor, de la sana relación entre dos personas.
El amigo de las palabras, el de la complicidad.
La amistad interesada, el que busca y encuentra.
.
.
.
Por eso es mejor la calidad, nunca la cantidad.
De ahí lo de "los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano".

No hay comentarios:
Publicar un comentario